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Corriente Explicaciones

Mexicano a mucha honra II

sarape_wikimediacommonsTiempo después de publicar un cuestionario sobre la nacionalidad mexicana que, además de instructivo, permitió sano esparcimiento en la pocilga (y nos puso en el radar de los buscadores de respuestas), Mara volvió a la carga hablando sobre  (y desde) la experiencia de ser extranjero en la propia tierra o en tierra extraña.

La reflexión que siguió no tuvo resultados tan divertidos, pero llegó más allá de lo meramente anecdótico. Para mí, la identidad no es tanto cosa de banderas o fronteras, sino más bien de hogar y vecindario: ¿dónde (y con quiénes) me siento bien, construyo, aprendo? Las reuniones sirven para abrir los ojos a otras maneras de ser y de ver el mundo, preferiblemente en un entorno amigable, variado y abierto.

angel_de_la_independencia_mexicognuwikimediacommonsCuando no es así, la clave para salir adelante no está en la fuerza de las propias convicciones, ni en mis (o sus) malas o buenas experiencias, sino (creo yo) en la capacidad de compartirlas. Eso, en otros tiempos, se llamaba “modales”, o (sin eufemismos) “buena educación”. Los modales sirven para que las personas convivan de modo que no resulten una carga, ni ocasionen un daño, sino que las vivencias se transformen en aprendizaje.

Vivir en el país o la región que sea y parecer “de fuera” puede provocar insultos o halagos. Lo malo es que los estereotipos sirven porque es más fácil asumir que estudiar, rechazar que convivir: tengo amigos de regiones y países (y colores y costumbres) muy diferentes, y yo no me parezco a Jorge Negrete ni a Cantinflas.

agave_tequilanagnuwikimediacommonsLo cierto es que los estereotipos no resisten la convivencia, y esa es la pregunta: ¿qué tan dispuesto estoy a convivir? Nadie es tan tonto como para no tener algo qué enseñar, ni nadie tan listo que no tenga ya que aprender.

Estoy convencido de que “lo folklórico” es casi totalmente anécdota, y sé que la realidad es mayor que los prejuicios o los complejos.

El ser humano está lleno a rebosar de esas paradojas: la naturaleza chancha (el “temperamento”, el patrioterismo –que no patriotismo– o las puras tripas) se lleva de corbata a la naturaleza pensante que, paradójicamente, después del desahogo es la que debe limpiar el tiradero, vendar las heridas o levantar los ánimos. ¡Tan divertido que es unificar el ser chancho y el ser pensante!

La bronca es la disposición y el hábito de aprender: a hablar, a escuchar, a cooperar. A elegir. Aunque no tenga siempre la última palabra.

A convivir, pues, que la vida ya tiene drama suficiente.

By Ivanius

Intérprete de sueños, devoto de las palabras, adicto a la imaginación. Lector irredento y escribidor repentino. Ciudadano y no me canso.

10 replies on “Mexicano a mucha honra II”

Completamente de acuerdo mi querido chancho. Es en esa negación de lo variado, donde radica la ignorancia de lo humano. Nada más hace falta recordar la frase de Publio Terencio que reza “Soy humano, y nada de lo humano me es ajeno”. Es esta sensibilidad elemental la que olvidamos para ejercer la concordia. Gracias una vez más por tu certeza, por tu claridad, por el link, y por demostrarnos el buen juicio de los chanchos que impera en esta pocilga.
Un abrazo internacional.

Yo pienso lo mismo,pero ahora las personas son más renuentes a convivir,se apartan porque no saben como son las personas o las catalogan de una forma sin conocerlas,yo misma llevo 6 años viviendo en ésta colonia y apenas conozco a tres o cuatro personas y creo que con ésas son suficientes,porque pienso que por mi edad ya no entro en su círculo,y por otra parte a mi me choca celebrar el 16 de septiembre porque la mayoría sólo celebra por celebrar y no saben nada.

Yo quiero mucho a México,pero me da pena como nos ven en otros países(lo he vivido)y me dan ganas de meterme debajo de las piedras.

saludos

Mi querido Ivanius: ora sí se lanzó con el Huapango de Moncayo y la Mara le siguió con el Son de la Negra, así que ni pex, iré cantando La noche de los mayas detrás para no desentonar… Si bien coincido con la mayoría de sus ideas chonchísimas y brillantísimas (a pesar de la pocilga), voy a refutar la tesis primera porque no necesariamente creo en la identidad, entendida como hogar y vecindario, que necesariamente implique (por desgracia) sentirse bien, construirse y aprender. Venga un ejemplo: parte de nuestra identidad nacional contemporánea está basada en fastidiar al otro (nótese que no quiero sonar altisonante) y la neta, es una extrañísima manera de sentirse “bien”, que no construye y que por desgracia, se aprende desde pequeños. Así pues, me quedo con su convivencia, siempre con merecidísimo respeto y con la conciencia clara de que el mundo se puede ver a través de muchos cristales… ¡menos mal! Les dejo chanchibesos.

Mara: En la variedad está el susto… y después el gusto.
Malquerida: Ah, la desconfianza vecinal y las fronteras generacionales. Es cierto, resulta muy difícil convivir, sobre todo cuando estamos ocupados intentando sobrevivir, por eso es bueno intentarlo para que no muera esa capacidad y siga siendo posible. Lo de la imagen que de México y los mexicanos se tiene sólo se puede cambiar en directo (y no a través de la tele). Por eso va a costar harto trabajo.
Paloma: Coincido con tu discrepancia, mi punto era que la “identidad nacional” o folklore es algo más anecdótico o mediático que real cuando se convierte en hechos concretos de personas concretas. Los que se sienten “bien” así entre comillas no han aprendido que hay otras opciones, porque así conviven y viven. Pero el bien, o el mal o lo que sea, las cualidades y los vicios todos, se transmiten por contagio, eso que ni qué.

En mi humilde opinión, la gente que tiene la peor imagen y la percepción más erronea de nosotros los mexicanos son los mexicanos.
Hablando en arquitectura: si diseñas y/o construyes “arquitectura mexicana” debes usar colores groseros, muros anchos y herrería forjada 😛 a la mayoría de los mexicanos le cuesta mucho trabajo pensar que todos los nacidos en este país podemos disfrutar, adoptar e incorporar a nuestra vida el gusto por el buen diseño y la vanguardia.
Pensar que el barrio de Coyoacán es más mexicano que La Condesa o Polanco es algo que a mi manera de ver está MUY equivocado.

Estas carnitas están muy sabrosas… que sirvan las otras negras Ivanius!

Cheers

Mr. 7w7: Yo, por ejemplo, desde chico creía tener una vaga idea de la arquitectura “mexicana” como algo construido usando como referencia colores vivos (como los de la artesanía textil), espacios abiertos (como los del Centro Histórico cuando no tenía ambulantes, o los de Chichén Itzá, y desde luego los parques y antiguos andadores de la Condesa). Fue una sorpresa toparme de pronto en la Zona Rosa detalles tan trabajados en metal o madera como la filigrana geométrica de Mitla o un Árbol de la Vida. Sólo mucho después me di cuenta de que el museo de Antropología, que yo siempre había visto con naturalidad como algo mexicanísimo, era en verdad obra y proyecto de mexicanos desde la idea hasta los ladrillos. A eso me refiero: quien está abierto al aprendizaje siempre encontrará de quiénes aprender; para muestra, la Granja. Gracias por el aporte.

Y que tal con los que salen de viaje a otros paises, y cuando regresan ven todo mal aqui, aguantar todas las comparaciones me pone mal. Cada vez que tengo oportunidad de viajar me da un sentimiento patriotico que no puedo explicar, claro que encontramos muchas diferencias, pero la calidez de nuestra gente es dificl encontrarla en otro lado. Muy buen post.

Saludos mis estimados chanchos, veo que el colesterol sigue dándole sabor a las carnitas y vaya que este es un buen taco con salsa bastante picosa.

La parte mediática que había dominado hasta hace unos pocos años y de la que aún quedan reminicencias muy importantes es practicamente la culpable de todo este asunto patriotero puesto que la imagen que se daba del México “moderno” era apenas de una nación post revolucionaria de los años 30 o 40; hace apenas unos meses terminó una telenovela de charritos que ya esta siendo transmitida hasta en China y Corea además de los países clientes cautivos de Televisa.

Y aunque nos cueste trabajo digerirlo, los estereotipos nos gobiernan; el “que dirán” nos regula. Como alguna vez un chancho pensante me dijo una vez: el mainstream es lo que nos hace ser lo que somos y o estamos adentro de él y nos dejamos llevar o nadamos contra él y aceptamos “ser raros”. Y es divertido ser raro y observar cosas que los chanchos no ven, pero los chanchos si nos ven, nos ven raro y nos hacen “el feo” cuando nos mostramos patriotas y ellos patrioteros.

Los chanchos comunes gustan de la denotación, aprenden por prueba y error, son empíricos pues, la escuela a ellos les sirvió para ser adiestrados para establecerce en un Sistema y contribuir en él -objetivo básico de este Estado mexicano- mas no para cambiarlo. No tienen disposicion para la connotacion, para la teoría, no les gusta pensar mas que en ellos mismos encausados por una sociedad consumista que promueve el hedonismo.

Si, muy Materialista….pero soy Idealista y patriota también, por eso todos los días mi despertador se activa con La Marcha de Zacatecas”…por aquello que dicen que es como el segundo himno nacional., jqajajaja

por aquí sigo y pásenme una salsa bien picosa para que se me baje el diablo.

NTQVCA: Psicológicamente es un modo de defensa, pues luego de un descanso, las situaciones extremas que antes enfrentábamos con cierto desapego nos parecen insoportables. Muestra de ello son quienes, luego de haber vivido muchos años en una ciudad grande, cambian su residencia a un lugar más chico y regresan a la ciudad de visita.
La calidez es señal de cercanía y afecto, y desde luego merece ser cultivada como rasgo nacional, a través de eso mismo.

Lic.: Cierto, las primeras víctimas de la imagen mediático-turística de un país son sus mismos habitantes. La clave es ser auténticos, y conocer el propio entorno, para asimilar lo que nos hace crecer y ayuda a convivir.

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